El concejo de Ibias está situado en el extremo suroccidental de Asturias y con 333,30 Km2 de extensión es el sexto de mayor superficie geográfica de la región.

Su territorio coincide con la cuenca baja del río Ibias. Limita con Lugo al norte y a occidente, con las Ancares de León al sur, y a oriente con los concejos asturianos de Allande, Cangas del Narcea y Degaña.

El concejo presenta fuertes contrastes orográficos que van desde los aproximadamente 200 metros de altitud en la confluencia de los ríos Ibias y Navia hasta los 1961 metros de Pena Rogueira, en la Cordillera Cantábrica. Al sur del concejo se localizan las pendientes mayores y el terreno es más abrupto. De este a oeste es atravesado por el río Ibias, este nace en las proximidades del puerto de Cerredo y va atravesando los municipios de Degaña e Ibias, incorporando los aportes de diversos arroyos y riachuelos a lo largo de su recorrido y vertiendo a la cuenca del Navia. La red hidrográfica ha configurado el relieve, modelado el paisaje y determinado la red de comunicaciones que en general discurre atravesando puertos de más de 1000 metros de altitud, el poblamiento y la actividad humana, determinándose una organización territorial en torno a los valles.

Contrastan fondos de valles estrechos y encajados con cordales montañosos, algunos de culminación plana, llamados chaos o campas que han sido aprovechados para el asentamiento de la población. Los fondos de valle y las zonas de media ladera acogen la mayor parte del poblamiento y aprovechamientos. En general la altitud media elevada, donde un 59% de la superficie se sitúa por encima de los 800 mts de altitud y las fuertes pendientes supone importantes condicionantes que determinaron los asentamientos de población. Asimismo esta orografía no solo influye en las comunicaciones sino que marca el clima, llegando a conformarse microclimas producto de la gradación climática altitudinal que se produce. En las sierras altas es húmedo y frío y más templado en las zonas bajas. En el valle de Ibias se produce una importante aridez estival, y el clima se asemeja más al mediterráneo que al oceánico, permitiendo que en estas zonas haya especies vegetales como el alcornoque.

Uno de los rasgos del municipio es su riqueza florística y faunística que determina que haya numerosas zonas calificadas como espacios protegidos.

En general la vegetación se distribuye entre amplias zonas de bosque, tierras de cultivo, praos de siega y pasto y matorral. La distribución altitudinal sería tierras de cultivo y bosques de ribera con alisos, sáuces, álamos y chopos en las vegas fluviales, masas boscosas de hayedos y robledales a media montaña coexistiendo con zonas de pasto.

El roble presenta manchas importantes en la zona de Sisterna y El Bao así como en el puerto del Connio. En las zonas de alta montaña están presentes los abedulares y matorrales, principalmente de brezo y piorno.

De los paisajes formados de la interacción del hombre con el medio, destacan el del viñedo, los prados, brañas y pastizales y algo de tierras de cultivo, fundamentalmente huertas. En alguna casería todavía se cultivan muy pequeñas superficies de cereal. En total las tierras de cultivo comprenden un 0,53% de la superficie, las praderas y pastizales un 13,08%, la superficie forestal sería de un 70,35%. El resto, un 16,04% sería superficie improductiva, no agrícola y/o de aguas.

La fauna del concejo está determinada por la vegetación y cuenta con especies típicas de la Cordillera Cantábrica, gran número de aves, mamíferos, anfibios y reptiles. Habitan osos pardos, lobos, nutrias, urogallos, corzos, jabalís, etc. Esta biodiversidad del territorio y el buen estado de conservación de los paisajes ha propiciado la declaración de diversas figuras y zonas de protección. Así por ejemplo la Reserva Natural Integral de Muniellos alberga un 25% de su superficie en el municipio. Además de los espacios protegidos de alto valor, los recursos cinegéticos y piscícolas también son destacables y forman parte de los valores ambientales, estando su aprovechamiento regulado.

Destaca pues, la importancia que en el municipio tienen los espacios naturales, algunos de ellos de alto valor ecológico, otros como espacios para aprovechamiento de sus recursos cinegéticos, la Reserva Regional de Caza de Ibias cuenta con una superficie de 8.225 ha, el Coto Regional de Caza de Ibias una superficie de 23.296 ha, así como espacios para el aprovechamiento de sus recursos piscícolas, fundamentalmente en el río Ibias.